MIEL
Miel era muy
dulce , una niña dulce y cariñosa con todo el mundo que la rodeaba, vivía en un
lugar muy especial rodeada de naturaleza y arboles llenos de frutas y un olor a
miel y canela muy dulce. Siempre estaba riendo y soñaba con un príncipe azul a
lomos de un caballo precioso pero solo era un sueño para ella un sueño que miel
tenia cada noche y la hacia sentirse muy feliz . Miel salía cada día a pasear y
a recoger las moras cerca del rio para hacer una rica tarta y además mermelada
para endulzar a su familia con sus dulces tan ricos. Un día mientras preparaba
la tarta de moras escucho tocar la puerta de la panadería, sonó flojito y miel siguió
con su tarta, al rato se escucho otra vez tocar la puerta miel se acerco a la puerta pero no había nadie.
Volvió al horno y saco la tarta, la dejo encima del mostrado y fue en busca de
una caja para guardarla cuando otra vez sonó la puerta y esta vez sonó un golpe
fuerte y miel se asusto. Fue a la puerta muerta de miedo y al abrir la puerta
solo había un sobre en el suelo con su nombre puesto. Qué raro pensó sin nadie
me escribe nunca y menos a mí una simple pastelera. Abrió el sobre y dentro
había una nota del rey pidiéndole que por favor hiciera una tarta para el
aniversario del príncipe que era dentro de tres días. Miel no sabía qué hacer
no se esperaba que el rey le pidiera ese favor si no había probado nunca
ninguna de sus tartas lo que no sabía es que su abuela un día le llevo un
trocito de una de chocolate y el rey se relamió de gusto. Miel no conocía los
gustos del príncipe pero pensó que una de chocolate con nata le gustaría y se
puso manos a la obra para tenerla lista y llevarla al palacio. Miel se arreglo
con su mejor traje y con la caja de la tarta en la mano salió rumbo al palacio
para dejar la tarta y volver a casa. Toco la gran puerta del palacio y una de
las criadas la recibió con una gran sonrisa, le indico a miel que la siguiera
hasta la cocina y allí dejo la tarta. Al intentar volver para irse se choco con
el príncipe. Este no podía dejar de mirarla y miel roja como un tomate le dio
la mano y salió corriendo hacia su casa, no podía creer lo que le había pasado
chocarse con el príncipe nada menos. Estaba tan cansada que apenas se sentó en
el sofá se quedo dormida. De pronto alguien toco a su puerta y miel
sobresaltada se despertó. Fue hacia la puerta y al abrirla la agarraron por los
brazos y la llevaron delante del rey, sobresaltada y asustada miel no entendía
nada y el rey le explico que su pastel había gustado muchísimo y su hijo quería
pedirle algo que fuera su esposa. Miel no sabía qué hacer y acepto y fueron
felices siempre miel y el príncipe Den
Fin
No hay comentarios:
Publicar un comentario